Decenas de familias afectadas por plombemia litigan contra el Estado
Un abogado litiga desde hace años por familias que resultaron afectadas por plombemia. Los casos provenientes de barrios de la periferia continúan sumándose. El profesional confiesa que a veces la falta de resultados causa desaliento.
El día en que Valentina fue internada, una amiga de la familia llamó al abogado Carlos Roselló para ponerlo al tanto de su caso. Roselló representa a 70 familias en juicios contra el Estado por problemas vinculados a la contaminación con plomo.
La familia de la niña aún no ha iniciado medidas legales pero su caso no sorprendió a Roselló. "Hay casos en todo Montevideo", dijo a El País. "Me llaman todo el tiempo, ojalá pudiera solucionarlos a todos", apuntó desalentado.
Inicialmente, los juicios eran 90 pero unos 20 quedaron sin efecto. La Suprema Corte de Justicia entendió que el reclamo de los padres caducó porque comenzaron la demanda a más de cuatro años de enterarse que los niños padecían plombemia. Los damnificados lo supieron en 2001 y comenzaron el juicio en 2009.
Roselló estimó que de los que aún están en curso habrá 20 o 30 que correrán su misma suerte. Es decir, no recibirán ninguna indemnización por haber sufrido contaminación por plomo. Del total de juicios por plombemia iniciados desde 2001 solo uno tuvo, en 2010, sentencia definitiva de la Suprema Corte de Justicia que falló a favor de la familia indemnizándola con US$ 10.000.
Recientemente una pericia confirmó que efectivamente un niño de la Teja, hoy adolescente, sufre secuelas neurológicas que han sido provocadas por este metal. El juicio todavía continúa.
El año pasado la Justicia y el Hospital Pereira Rossell iniciaron una investigación por el faltante de documentos de historias clínicas de tres niños cuyas familias eran representadas por Roselló. Eran fojas con información de estudios médicos sobre su estado de salud. Hasta ahora no han aparecido. "Las pericias se hacen con lo que quedó", apuntó el abogado.
Se estima que entre todos los procesos judiciales, caducados o no, hay unos 400 niños y 180 adultos involucrados y afectados por contaminación.
Intoxicación
El plomo ingresa al organismo de dos formas: por vía inhalatoria y por vía digestiva. En la primera se trata de vapor de plomo (al respirar humo de una fundición o quema de basura con este metal) y en la segunda polvo de plomo (al tomar agua que pasa por cañerías hecha de plomo).
Una vez en la sangre, el metal busca compuestos que reemplazar como el calcio, el zinc y el hierro. Pero el plomo, que no cumple ninguna función en el organismo, es posible que quede depositado en los huesos, causando de esa forma osteoporosis.
La contaminación causa efectos mayores en los niños que en los adultos y puede generar problemas de aprendizaje, sordera, hiperactividad, dificultades de crecimiento y hasta conductas violentas.
La Organización Mundial de la Salud considera que más de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre son riesgosos. En el caso de Valentina, su nivel comenzó siendo de 51 microgramos de plomo por decilitro de sangre, después pasó a 49 y desde el hospital le dijeron a sus familiares que en la actualidad es de 64.
Roselló tiene en carpeta 12 nuevos casos como el de Valentina. "Hay una niña en Malvín Norte que tiene 50 por decilitro, la madre también", contó el abogado a El País. La variación de los niveles es parte de la enfermedad, agregó.
Por ahora ninguno de estos 12 casos han sido presentados ante la Justicia pero, de hacerlo, el profesional tiene pensado solicitar no ya una indemnización económica (que demanda años y alarga la permanencia de la familia en el sitio contaminado) sino el realojo de las familias.
En busca de lograr esta solución llegó a escribirle a la senadora Lucía Topolansky. Le solicitó una dirección de email a una de sus secretarias y le planteó la situación directamente a su casilla. "La Primera Dama podría ayudarnos a destrabar todo eso", comentó el abogado. "Yo sé que hay viviendas para que puedan ser realojados". No recibió respuesta alguna por el momento.
Los principales problemas se registran en La Teja, Belvedere, Paso de la Arena y Malvín Norte, zonas de fábricas o donde antes se cubrieron terrenos con productos contaminados. De todas formas no sólo Montevideo padece el problema. Roselló ha recibido llamadas de Colonia, Canelones y hasta departamentos del norte del país. Un informe de técnicos de la Facultad de Enfermería de la Universidad Católica confirmó la incidencia en el Cerro.
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