Google, Facebook, Apple y Amazon, ¿el tamaño importa?
Google, Facebook, Apple y Amazon han visto a las autoridades de países como Australia, el conjunto que integra la Unión Europea, Reino Unido y, más recientemente, Estados Unidos, realizar investigaciones, presentar demandas y proponer regulaciones con el fin de limitar el poder que tienen estas empresas dentro de sus mercados.
Las investigaciones, demandas y juicios en materia de competencia económica que enfrentan grandes tecnológicas como Google y Facebook deben ser resueltas mediante la observación del comportamiento de estas empresas y no sobre su estructura o tamaño, coincidieron expertos durante la conferencia “¿Lo grande es realmente malo? Qué hacer con las Big Tech” que se llevó a cabo en el CES 2021.
En el tercer día de la que es considerada la feria de tecnologías de consumo más grande del planeta, Rachel Bovard, directora senior de Política del Conservative Partnership Institute, y Robert Atkinson, fundador y presidente de la Information Technology and Innovation Foundation, conversaron sobre las ventajas y desventajas de someter a las grandes tecnológicas a sanciones y regulaciones que les impidan llevar a cabo prácticas anticompetitivas.
Google, Facebook, Apple y Amazon han visto a las autoridades de países como Australia, el conjunto que integra la Unión Europea, Reino Unido y, más recientemente, Estados Unidos, realizar investigaciones, presentar demandas y proponer regulaciones con el fin de limitar el poder que tienen estas empresas dentro de sus mercados: la publicidad digital, el comercio electrónico, la distribución de aplicaciones y hasta los sistemas operativos, entre otros. En 2020, al menos 11 estados de Estados Unidos presentaron una demanda en contra de Google por prácticas monopólicas en el mercado de la publicidad digital; mientras que la Comisión Federal de Comercio (FTC) estadounidens, junto con otros 48 estados de la unión presentaron una demanda en contra de Facebook para obligar a la compañía a vender sus aplicaciones Whatsapp e Instagram.
Para Rachel Bovard, el conflicto entre Estados Unidos y las grandes tecnológicas se intensificó con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, en 2016.
“La elección de Donald Trump amplificó y exhibió el rol que las grandes tecnológicas juegan en la arena política. Ahí tienes al jefe de Operaciones de Facebook que salió a reconocer el poder de las plataformas para alterar las elecciones. También tienes a Robert Epstein y su investigación sobre cómo las grandes tecnológicas pueden modificar los resultados de las elecciones ”, dijo.
De acuerdo con Robert Atkinson, además de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, otros sucesos como el escándalo de Cambridge Analytica y el crecimiento que han experimentado estas compañías en años recientes están entre las razones por las que las hostilidades entre las grandes tecnológicas y las autoridades estadounidenses se han intensificado.
“Hemos tenido estos retos desde hace 100 años. Cualquier compañía o sector que tenga compañías realmente grandes será el que reciba los ataques. Solía ser el petróleo, el acero y luego fueron AT&T y General Motors; luego IBM. En realidad no es muy diferente, es decir estas son las compañías más grandes y más exitosas, así que son blancos fáciles”, dijo.
No obstante, de acuerdo con Atkinson, el hecho de que las tecnológicas sean grandes no constituye un problema en sí. El académico argumentó que Estados Unidos se ha convertido en uno de los países más poderosos y ricos del planeta precisamente porque desarrolló grandes firmas industriales desde el siglo XVIII. “La grandeza es la razón por la que Estados Unidos lideraba”, dijo.
El experto puso también como ejemplo el hecho de que las principales tecnológicas estadounidenses (Google, Apple, Facebook y Amazon) invierten más en materia de investigación y desarrollo (R&D) que todo lo que invierte el Reino Unido, tanto desde el sector público como desde el privado.
Bovard estuvo de acuerdo con Atkinson respecto a que el tamaño de las tecnológicas no supone de facto un problema. No obstante, aseguró que si una compañía usa su poder para suprimir la innovación, esto es contrario a los principios de libre mercado y este tipo de comportamientos son los que merecen ser revisados.
Fue en este punto cuando Atkinson introdujo la diferencia entre la estructura de las compañías y su comportamiento: “Esta es la diferencia entre conducta y estructura. Estructura es sólo el hecho de que eres grande; mientras que la conducta es lo que la compañía realmente está haciendo y esto es en lo que debemos enfocarnos: si lo que hacen las compañías es justo o no”.
El experto dijo que ante el tamaño y el comportamiento de las grandes tecnológicas, hay tres formas en que las autoridades estadounidenses pueden abordar esta situación:
Dividir a las compañías en empresas más pequeñas.
No hacer nada y permitir que las tecnológicas sigan creciendo en tamaño y poder.
Darnos cuenta de que estas compañías ocupan un lugar particular en la economía y que requieren asumir ciertas responsabilidades frente a sus usuarios.
En México, dos instituciones iniciaron investigaciones sobre los mercados que conciernen a estos gigantes digitales: la Cofece y el IFT. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el regulador mexicano en materia de competencia, comenzó una pesquisa en el el mercado de la publicidad, en el que dominan sobre todo tres empresas: Google, Facebook y Amazon. El Instituto Federal de Telecomunicaciones, que regula el mercado de las telecomunicaciones, inició por su parte una amplia investigación sobre búsqueda en internet, redes sociales, sistemas operativos móviles, servicios de cómputo en la nube, en los que también entran Google, Facebook, Amazon pero también Apple y otras muchas industrias.