La batalla contra el coronavirus no solo se libra en los hospitales, ¿por qué es importante quedarse en casa?
Las medidas sanitarias ya no buscan eliminar la propagación de la enfermedad, sino reducir su velocidad de transmisión
Para evitar el colapso de los hospitales, es fundamental el papel activo de los ciudadanos, desde los niños hasta los ancianos
En la lucha contra el coronavirus, el frente de batalla no solo está en hospitales y centros sanitarios, sino también en la vida diaria de cada persona. Las regiones españolas más castigadas por la enfermedad, con la Comunidad de Madrid a la cabeza, están luchando para evitar el colapso sanitario. El endurecimiento de medidas en toda España contra el Covid-19 ya no tiene como objetivo eliminar la propagación del virus, sino reducir la velocidad de transmisión y minimizar en todo lo posible su impacto en el Sistema Nacional de Salud. En este sentido, tal y como llevan semanas insistiendo las autoridades sanitarias nacionales e internacionales, es fundamental el papel activo de todos los ciudadanos, desde los niños hasta los ancianos.
Este jueves por la tarde, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho un llamamiento a la "responsabilidad" y la "disciplina" de todos los ciudadanos del país para ayudar a contener la propagación del coronavirus. "Nos enfrentamos a una emergencia sanitaria y es esencial la responsabilidad y la disciplina social", ha dicho, al mismo tiempo que ha insistido en que cada ciudadano debe "extremar el cuidado de su propia salud para cuidar a la de los demás".
Por eso, ha recalcado, cada uno "debe protegerse para cuidar así a los demás". "Cada vez que uno se lava las manos, cada vez que se evita un desplazamiento o cada vez que uno evita contactos innecesarios estamos contribuyendo con nuestro esfuerzo personal a la victoria del conjunto del país contra el virus", ha afirmado.
Aligerar la carga hospitalaria
La tasa de letalidad del nuevo coronavirus está muy relacionada con la calidad del sistema sanitario y su capacidad hospitalaria. Si se colapsan los hospitales, este índice se dispara entre los casos más graves, que pueden verse privados de sistemas de respiración mecánica o unidades de soporte vital. Es la conclusión de un artículo publicado en la revista especializada The Lancet. De ahí la importancia de aligerar en la medida de lo posible la carga hospitalaria de esta enfermedad.
En el horizonte más inmediato, las preocupaciones se centran ahora en proteger a la población más vulnerable y al personal sanitario. Ello implica medidas excepcionales, acordes a la situación actual de crisis. Empezando por reducir la movilidad todo lo posible. El consejo más repetido durante las últimas horas es, simplemente, quedarse en casa. El distanciamiento social se antoja como la forma de prevención más efectiva en situaciones de alerta epidemiológica.
Existen otras medidas que pueden tomar los ciudadanos para contribuir a esa ralentización del contagio de la enfermedad. Puede parecer que se trata de actos pequeños, pero su efecto a nivel global es importantísimo. Algunas de ellas son:
Lavarse constantemente las manos
Evitar saludarse estableciendo contacto físico
Mantener una distancia de seguridad entre personas de al menos un metro
Evitar tocarse la cara
Toser en el codo
Disminuir la tasa de contagio por debajo de 1
Actualmente, las zonas más afectadas de España se encuentran en fase de "contención reforzada", que es el escenario que antecede a la fase de "mitigación". La fase de "mitigación" se basa en buena medida en ese distanciamiento social. El objetivo es disminuir la tasa de contagio (R0) del coronavirus Covid-19.
La OMS estima que la tasa de contagio (R0) del virus es de 1,4 a 2,5, aunque otras estimaciones hablan de un rango entre 2 y 3. Esto quiere decir que cada persona infectada puede a su vez infectar a entre 2 y 3 personas. El objetivo es llevarlo hasta una cifra inferior a 1, para que a la larga pueda ser erradicado. La única manera de lograrlo, según la experiencia china, es evitar en todo lo posible los contactos sociales.
Las medidas de distanciamiento social requieren cerrar escuelas, transporte público, empresas, tiendas... Cuanto peor es la situación, mayor es la necesidad de distanciamiento social. La experiencia de China indica que, cuanto antes se impongan estas fuertes medidas, menos tiempo habrá que conservarlas después, más fácil será identificar los casos positivos y menos personas se infectarán.
Esto es lo que Wuhan tuvo que hacer, y lo que después Italia también se ha visto obligada a aceptar. Cuando el virus circula entre las personas sin freno, la medida más efectiva sería cortar radicalmente la propagación en todas las áreas de infección.
El mayor estudio sobre el impacto de la enfermedad, realizado en China con una muestra de más de 72.000 casos y publicado en la revista especializada Journal of the American Medical Association, sugiere la efectividad de estas medidas.
En el gráfico anterior, correspondiente a ese trabajo científico, se muestra en barras anaranjadas el número oficial diario de casos en la provincia de Hubei: cuántas personas fueron diagnosticadas ese día. Las barras grises muestran los verdaderos casos diarios de coronavirus. Estos casos verdaderos no se conocían en ese momento, ya que solo se pueden calcular en retrospectiva. Dicho de otro modo: las barras naranjas muestran lo que las autoridades sanitarias chinas conocían, y las barras grises lo que realmente estaba sucediendo.
El 21 de enero, el número de casos nuevos diagnosticados (naranja) se encontraba en plena eclosión: alrededor de 100 casos nuevos. En realidad, hubo 1.500 casos nuevos ese día. Pero las autoridades no lo sabían. Dos días después, las autoridades cerraron Wuhan. En ese momento, el número de casos nuevos diagnosticados diariamente era de 400 casos nuevos en un día. En realidad, hubo 2.500, pero no lo sabían. Al día siguiente, otras 15 ciudades en la provincia de Hubei siguieron a Wuhan.
Hasta el 23 de enero, cuando se produce el cierre de Wuhan, el gráfico gris crece exponencialmente.Tan pronto como Wuhan se cierra, los casos se ralentizan. El 24 de enero, cuando otras 15 ciudades cerraron, el número de casos verdaderos (gris) se detiene. Dos días después, se alcanzó el número máximo de casos verdaderos, y desde entonces ha disminuido.