Hacking visual, el enemigo más terrible de la privacidad en la vida moderna
Un reciente estudio de Hewlett-Packard reveló que una de cada diez personas ha sido víctima, o conoce a alguien, que ha sido víctima del hacking visual a través de la cámara web.
Cuidado con lo que haces frente a la cámara de tu computadora. Alguien pudiera estar grabándote, y no precisamente para bien.
La preocupación por perder cada vez más nuestra privacidad no es un asunto reciente. Después de la introducción de los primeros modelos de computadoras personales a partir de los años 70 del siglo pasado, la tecnología evolucionó de forma agresiva, abriendo nuevas puertas al saber, la comunicación y el desarrollo, pero del mismo modo, también generando cierto nerviosismo frente al potencial y las capacidades que alcanzaban estos artefactos electrónicos.
Con el perfeccionamiento y la integración definitiva de cámaras web a las computadoras, la utilización indebida de estos dispositivos por parte de estafadores o delincuentes cibernéticos comenzó a tornarse un peligro para la privacidad y una amenaza para la seguridad individual de quienes se conectaban al Internet.
En una reciente investigación sobre este asunto, Hewlett-Packard (HP), una de las mayores empresas de tecnologías de la información del mundo, se reveló que una de cada diez personas ha sido víctima, o conocen a alguien, que ha sido víctima del hacking visual a través de la cámara web de su computador.
De acuerdo con el estudio de HP, seis de cada diez individuos confesaron haber cubierto físicamente la cámara para sentirse más seguros y un 79% estima que su privacidad podría ponerse en riesgo debido a este artilugio en su laptop.
Pero el hábito de tapar los webcams con una cinta adhesiva o a través de otro método está mucho más difundido entre los jóvenes. Entre ellos, el 69% de la población perteneciente a la Generación Z (aquellos nacidos entre 1994 y 2010) ejerce esta práctica, mientras que el 61% de los Millennials (los nacidos en el período 1981- 1993), también se han habituado a esta misma rutina.
Por su parte, las mujeres se sienten más vulnerables que los hombres al hacking visual. El 77% de ellas prefiere apagar sus webcams contra un 72% de los varones. Otros indicadores analizados en esta pesquisa reflejan que el nivel de conocimiento sobre el fenómeno resulta relativamente alto. Un 79 por ciento de las personas encuestadas aseguraron ser conscientes de que su privacidad podría ser comprometida a través de la cámara web de su computadora.
Teniendo en cuenta que el streaming se encuentra cada día más difundido en la red y el uso de las webcams han modificado radicalmente la forma en que nos relacionamos en nuestra vida diaria, nos comunicamos, o incluso nos entretenemos, más de ocho de cada diez consumidores creen que los fabricantes de computadoras deberían hacer que sea más fácil apagar la cámara web de una laptop. En este sentido, el sondeo descubrió que el 79 por ciento desearían desconectar la webcam con el toque de un switch.
Pese a que los temas de seguridad y privacidad en Estados Unidos ya han sido contemplados en el Internet of Things Cibersecurity Improbement Act 2017, todavía quedan muchos pasos por dar en este complejísimo proceso. En la medida que nos adentramos en este siglo XXI, los objetos y aparatos conectados al Internet se hacen más omnipresentes y sofisticados cada día. Los estándares para regular las brechas de seguridad de todos ellos también se vuelve un reto difícil, así como más ardua la tarea de ayudar a que la vida de las personas fluya con tranquilidad y les permita ser ellos mismos.