Piel impresa en 3D: así se curarán las heridas en el futuro
En la actualidad el tratamiento para curar grandes heridas crónicas o derivadas de quemaduras se basa principalmente en injertos de piel. Una técnica que aunque eficaz tiene sus limitaciones. Por un lado la disponibilidad limitada de piel sana del paciente, por otro, el riesgo de rechazo de la piel injertada cuando proviene de un donante.
Ahora nuevos avances tecnológicos podrían venir a aportar una solución eficaz y rápida a la curación de grandes heridas, gracias a la impresión 3D.
Investigadores del Instituto de Medicina Regenerativa Wake Forest (WFIRM) han desarrollado un sistema de bioimpresión en 3D capaz de imprimir piel y ayudar a mejorar y acelerar los procesos regenerativos en grandes heridas.
Este sistema de bioimpresión WFIRM permite crear piel a partir de células epiteliales del paciente e imprimirlas después sobre la herida. La consecuencia final observada por los investigadores es que este proceso logra generar nueva piel en la zona lesionada.
Esta no es la primera vez que la impresión 3D se utiliza para imprimir piel. Desde 2014 varios prototipos se han desarrollado con este objetivo. La novedad del nuevo sistema desarrollado por los investigadores del WFIRM es su capacidad móvil, —la máquina a pesar de su gran tamaño podría colocarse al lado de la cama del paciente para llevar a cabo del proceso de impresión— y el escaneo que realiza previamente de la herida.
"El aspecto único de esta tecnología es la movilidad del sistema y la capacidad de gestionar el lugar exacto de las heridas al escanearlas y medirlas para depositar las células directamente donde se necesitan para crear la piel", ha descrito Sean Murphy, PhD , profesor asistente de WFIRM y autor principal de la investigación.
Publicada en la revista Nature's Scientific Reports el proceso de impresión 3D de la piel se basa en una "tinta" elaborada a partir de células epiteliales del propio paciente. Esto evita los problemas de rechazo de injertos. Para ello, primeramente se toman muestra de piel sana con el objetivo de aislar dos tipos de células cutáneas, los fibroblastos y los queratinocitos —las células predominantes en la epidermis.
Ambas células se mezclan en un hidrogel que se coloca en la bioimpresora 3D. Esta incorpora un sistema de escaneo de la herida para dibujar un mapa exacto. Esta información será utilizada después por el software para conocer las zonas exactas en las que debe imprimirse la piel.
De acuerdo a los detalles publicados por la investigación, la bioimpresora imprime "replicando la estructura de la piel en capas y acelerando la formación de esta estructura y el funcionamiento normal de la piel". Esa técnica ha sido por el momento demostrada solo en modelos pre-clínicos. Ahora los investigadores quieren que los próximos pasos incluyan ensayos clínicos en humanos.
Como recoge la investigación el nuevo sistema de bioimpresión 3D podría utilizarse para tratar a las víctimas de quemaduras, pacientes con úlceras diabéticas y otras heridas crónicas que conllevan problemas para curarse por sí mismas.