El caso de la muerte del creador de un «criptobanco» que ha provocado la ruina de sus clientes
El fundador de la firma de intercambio de monedas digitales QuadrigaCX murió de forma repentina a finales de año pero ningún empleado conocía las contraseñas para desbloquear los fondos almacenados, que se estiman en 190 millones de dólares
Un descuido puede dar comienzo a una bola de nieve que arrastre todo lo demás de manera irremediable. Es el caso de QuadrigaCX, un servicio canadiense de operaciones con criptomonedas o divisas digitales, que le debe a sus usuarios unos 190 millones de dólares (166 millones de euros) porque su fundador, Gerald Cotten, no facilitó sus contraseñas antes de su repentina muerte a finales del pasado año en la India.
Según un informe desvelado por la plataforma Coindesk, la viuda, que se identifica como Jennifer Robertson, prestó declaración el pasado 31 de enero ante la Corte Suprema de Nueva Escocia (Canadá) asegurando que la entidad bancaria digital debe la suma de 190 millones. En concreto, la suma de 26.500 bitcoins (equivalentes a 92,3 millones de dólares), otros 11.000 bitcoins en efectivo SV (unos 707.000 dólares), 35.000 bitcoin de oro (352.000 dólares), así como otros 200.000 litecoins (unos 6,5 millones de dólares) o unos 430.000 éter (46 millones de dólares). Todas ellas diferentes monedas digitales.
En su intervención, en la que se incluye un certificado de defunción, Robertson ha asegurado que Cotten, de 30 años, era «el único responsable del manejo de los fondos y las monedas» y que los miembros restantes del equipo «no han tenido la suerte de acceder a las billeteras de intercambio desde entonces». El problema, en caso de confirmarse, es que el fundador, aparentemente, era el único alto directivo que tenía el control o conocimiento exclusivo del software de almacenamiento de la compañía. Este martes se solicitará a un tribunal que se designe a la firma Ernst & Young como independiente para supervisar el proceso que incluye posibles transferencias.
Este «criptobanco» informó de la muerte de Cotten a mediados de enero aduciendo que había muerto por culpa de las «complicaciones con la enfermedad de Crohn» cuando viajaba a la India «donde estaba abriendo un orfanato para brindar un hogar y un refugio seguro a niños necesitados». Un hecho que, ante las posibles sospechas, ha confirmado el gobierno canadiense.
En un comunicado publicado en la web corporativa, la firma ha anunciado que ha presentado una solicitud para acogerse a un concurso de acreedores atendiéndose a la Ley de Arreglo de Acreedores de las Compañías local para «abordar los importantes problemas financieros que han afectado» a la capacidad de servir a sus 115.000 clientes.
«Durante las últimas semanas hemos trabajado intensamente para abordar nuestros problemas de liquidez, que incluyen intentar localizar y asegurar nuestras reservas de criptomonedas y que están obligados a satisfacer los saldos de depósitos de criptomonedas de los clientes, así como a obtener un apoyo financiero», añaden fuentes de la compañía.
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