Se acabo la era de las contaseñas? Retan el reconocimiento facial de varios celulares, solo uno salió victorioso
Una cabeza impresa en 3D fue utilizada para intentar engañar el sistema de reconocimiento facial presente en cinco teléfonos inteligentes. ¿Son seguros los teléfonos que usamos?
Thomas Brewster es un periodista aficionado por la tecnología, se diferencia de sus colegas porque comparte un especial interés por temas de seguridad y privacidad. De allí que por la mente de este profesional británico pasó la idea de imprimir una réplica de su rostro con la intención de probar los sistemas de reconocimiento facial presentes en varios teléfonos inteligentes.
Decidido se dirigió BackFace, un lugar ubicado en Birmingham, Inglaterra, donde utilizan la tecnología del 3D FX Scanner para crear asombrosas impresiones de figuras humanas. Brewster, rubio, con barba y de ojos achinados color verde, fue fotografiado por la potencia de 50 cámaras que se encontraban organizadas a su alrededor. El trabajo de estas es actuar en conjunto para crear una sola imagen tridimensional del reportero de la revista Forbes.
Aquí es cuando la tecnología cobra aún más protagonismo, un impresionante programa de edición tomó la imagen capturada y recreó un modelo digital del Brewster con algunas imperfecciones. Los detalles fueron pulidos por los trabajadores de BackFace para enviar el archivo a la impresora en 3D.
El resultado, una réplica a escala real con los detalles más mínimos de su rostro como los vellos de su barba y la textura de sus cejas. Sin embargo, los colores de la impresión no fueron del todo fieles a la versión original, la copia de la cabeza de Brewster lucía más pálida.
Con la réplica lista, solo restaba ponerla frente a los dispositivos para descubrir si estos podían ser engañados con facilidad. Para la realización del experimento, el periodista se dirigió a un estudio donde podía modificar las condiciones de iluminación y probar la función de reconocimiento facial en escenas cálidas y frías.
Los teléfonos inteligentes que utilizó el profesional fueron el iPhone X, el LG G7 ThinQ, el Samsung S9, el Note 8 y el One Plus 6. La metodología fue sencilla, primero desbloquear el teléfono con su propio rostro y luego repetir el proceso con la cabeza impresa, esto para medir qué tan rápido era engañar a este sistema de seguridad.
Lo interesante es que varios teléfonos, de entrada, contenían advertencias donde le decían al usuario que ese sistema de desbloqueo no es el más seguro, e incluso que podría llegar a ser burlado por alguien de apariencia similar. “El reconocimiento facial es un método de desbloqueo secundario que hace que su teléfono sea menos seguro”, alerta el LG G7 ThinQ.
El más inseguro de estos fue el OnePlus, dispositivo que se desbloqueó con mayor facilidad.
¿Qué tiene el iPhone X para no ser burlado?
Aunque en el lanzamiento de este modelo, en 2017, se evidenció una mancha al ser burlado, Apple, compañía que desarrolla estos dispositivos, la corrigió e incluso se comprometió con los usuarios a reemplazar los teléfonos defectuosos.
Para firmas de seguridad informática como Kaspersky Lab, la diferencia entre iPhone y la gran mayoría de teléfonos Android que utilizan este sistema de validación biométrica, es que la marca de la marca de la manzana utiliza una tecnología que ha denominada como FaceID, un sensor que proyecta aproximadamente 30.000 puntos invisibles sobre el rostro de su usuario para crear un mapa facial único.
Sin embargo, hay que destacar que Apple no es la única compañía que implementa este tipo de desarrollos, este 2018, por ejemplo, Huawei lanzó el Mate 20 Pro, un dispositivo que también utiliza la proyección de una cantidad similar de puntos para recrear el rostro del usuario en cuestión de milésimas de segundos.
En entrevista con El Espectador, Roberto Martínez, analista de seguridad informática de Kaspersky Lab, explicó que los sistemas de reconocimiento facial más débiles son aquellos implementados en los dispositivos móviles más económicos.
“El precio supone un dilema para los fabricantes de smartphones económicos. Sus dispositivos se suelen vender por algo menos, pero tienen que mantener las características y especificaciones. Por ello, empiezan recortando cosas que no se echarían tanto de menos, como incorporando un altavoz más barato o reduciendo el almacenamiento. También podrían excluir las cámaras de infrarrojos y el proyector de puntos del módulo de reconocimiento facial (pero manteniendo la función, ya que es todo un reclamo comercial)”, explica Kaspersky.
La recomendación que brindan los expertos en esta materia es implementar sistemas de desbloqueo más seguros, que incluso dejan la huella dactilar atrás. Aunque parezca salido de las cavernas, los tradicionales PIN y códigos alfanuméricos siguen siendo los más seguros en este tipo de dispositivos.
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