Ciudad inteligente de Google en Toronto causa preocupación
Quayside es el nombre dado a una zona cercana al muelle de Toronto que servirá de centro de pruebas para un barrio nunca antes visto. Innovación, macrodatos, alta conectividad e inteligencia artificial estarán presentes en una superficie de 4,8 hectáreas, aunque el objetivo es alcanzar con los años las 325 hectáreas que ocupa esta área industrial abandonada. Sidewalk Labs, la firma de innovación urbana que pertenece a Alphabet, la compañía matriz de Google, está detrás de este proyecto. Invierte 50 millones de dólares para realizar un plan detallado que será hecho público a principios de 2019. Los primeros residentes del barrio podrían instalarse en 2022.
"Los ejecutivos de Waterfront Toronto y la junta son muy tontos como para darse cuenta de que les están tomando el pelo", dijo el exdirector general de BlackBerry Jim Balsillie, pionero de los celulares inteligentes y considerado héroe nacional, quien también dijo que el gobierno federal está pidiendo a la junta que apruebe el proyecto.
Muchos canadienses están reconsiderando las implicaciones de otorgar a la empresa matriz de Google, Alphabet, luz verde para crear en Toronto lo que podría ser la urbanización más tecnológicamente conectada de la historia.
Según el plan anunciado en octubre por el primer ministro de Canadá Justin Trudeau y el entonces presidente ejecutivo de Alphabet Eric Schmidt, una empresa de Alphabet, Sidewalk Labs, transformaría una zona deteriorada de Toronto, ubicada frente al mar, para "fundamentalmente perfeccionar la vida urbana". El hielo y la nieve se derretirían al tocar la pista o vereda. Sensores monitorearían el tráfico para proteger a los peatones. Autobuses autónomos llevarían a personas hasta las puertas de sus casas.
Sidewalk Labs se ha asociado con una agencia pública conocida como Waterfront Toronto para erigir edificios de apartamentos, oficinas, tiendas y una escuela en una zona de 4,9 hectáreas - un primer paso de lo que esperan eventualmente sea una urbanización de 325 hectáreas.
Pero muchos canadienses están pensando dos veces sobre las implicaciones de dar a Alphabet, una de las principales empresas informáticas del mundo, riendas para conectar todo tecnológicamente, desde postes eléctricos hasta pistas. Y algunos canadienses quieren que la gente se beneficie de los ingresos derivados de productos desarrollados del uso de la ciudad más grande de Canadá como laboratorio urbano.
"Los ejecutivos de Waterfront Toronto y la junta son muy tontos como para darse cuenta de que les están tomando el pelo", dijo el exdirector general de BlackBerry Jim Balsillie, pionero de los celulares inteligentes y considerado héroe nacional, quien también dijo que el gobierno federal está pidiendo a la junta que apruebe el proyecto.
"Google sabía lo que quería. Y los políticos querían un salpicón de buena publicidad y la junta de Waterfront no sabía lo que estaba haciendo. Y los ciudadanos de Toronto y Canadá van a pagar el precio", dijo Balsillie.
Debido a quejas sobre el plan de urbanización, Waterfront Toronto enmendó el acuerdo para que la agencia pública tuviera un mayor papel. La agencia pública representa la municipalidad, la provincia y el gobierno federal.
Hasta ahora, el proyecto está en etapa de desarrollo. Tras consultas, las empresas constructoras planean presentar un plan maestro formal a principios del próximo año.
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