La ingente necesidad de recursos que exige la minería de bitcoin apunta a ser un problema para el medio ambiente a corto plazo

 

Para finales de 2018, el minado de criptomonedas, cuyo principal representante es el bitcoin (la criptodivisa más conocida y utilizada), consumirá un 0,5% del total de electricidad producida en el mundo, lo que equivaldría al consumo eléctrico de un país del tamaño de Países Bajos.

 

Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio recientemente publicado en la revista Joule. Aunque en el pasado se ha escrito sobre el impacto del minado de criptodivisas en el consumo de recursos, esta es la primera investigación que sigue un sistema riguroso de medición.

 

Las conclusiones del estudio apuntan, además, que a finales de 2018 la cifra podría aumentar drástricamente hasta el 1,8%, lo que equivaldría a toda la producción de energía de paneles solares en la actualidad. Para crear bitcoin, hacen falta unos dispositivos especializados o ordenadores muy potentes, los cuales consumen electricidad constantemente y en altas cantidades porque, además de la potencia bruta, hace falta tiempo.

 

Toda la red en la que se hacen las transferencias debe estar funcionando constantemente, de ahí el gran consumo de recursos.El bitcoin, así como otras criptodivisas, se utilizan como dinero virtual y seguro que es muy difícil de rastrear.

 

Esa es la razón por la que resultan tan populares en la actualidad y por la que muchos fondos de inversión y bancos han invertido en la tecnología que las mantiene. Que su producción requiera tantos recursos energéticos, sin embargo, puede ser un problema para el medio ambiente.

 

En los últimos meses, el bitcoin se ha hundido a cifras críticas para que su producción resulte rentable a gran escala, pero su volatilidad ha permitido que recuperen valor en poco tiempo y sigan siendo populares entre toda clase de inversor.

 

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