Así es la nueva empresa que quiere crear sus propios #hotelesespaciales para científicos y turistas
Esta madrugada ha nacido una nueva empresa que quiere comercializar su propio laboratorio y hotel el espacio. Se llama Bigelow Space Operations (BSO), y detrás de ella está el magnate Robert Bigelow, conocido por sus diseños de módulos inflables como el que ya está acoplado en la Estación Espacial Internacional, y propietario de la cadena de hoteles Budget Suites of America.
Tal y como ha anunciado el propio Bigelow en la rueda de prensa donde ha presentado la empresa, su intención es la de capitalizar la demanda de operaciones humanas en la órbita terrestre baja. Para ello, BSO estará aliada con Bigelow Aerospace, la otra empresa espacial que el empresario creó hace 20 años para fabricar habitats humanos inflables como el de la ISS.
El timing del anuncio no podría haber sido mejor. La semana pasada supimos que Donald Trump había expresado su intención de dejar de financiar la Estación Espacial Internacional en 2024. Bigelow se ha presentado como una alternativa, insinuando que si la Estación es cerrada o se reutiliza para otras cosas, debería hacerse en paralelo con una NASA que debería adaptarse a utilizar infraestructuras comerciales.
Por lo tanto, parece que una de las principales ideas para esta Bigelow Space Operations es la de ofrecer una opción para que las empresas y países que están operando la ISS puedan seguir haciéndolo en sus naves espaciales. Para ello, la empresa planea lanzar en 2021 dos módulos hinchables de 55 pies (16,7 metros) como el que ya tiene en la Estación Espacial Internacional, y conectarlos en el espacio para formar su propia estación espacial.
Una estación privada para científicos y turistas
Tras esta presentación, Bigelow dirigirá dos empresas diferentes, pero que colaborarán en el desarrollo de hábitats en el espacio. Por una parte, Bigelow Aerospace seguirá desarrollando y fabricando hardware espacial, mientras que BSO se dedicará a comercializar sus servicios en la atmósfera baja terrestre, a unos 400 kilómetros de altura.
"Estas estructuras únicas para alojar humanos de manera permanente serán las más grandes y complejas jamás conocidas como estaciones de uso humano en el espacio", ha prometido el magnate. "Desde una perspectiva de uso humano, estamos en los inicios muy, muy temprano de esto", finalizó refiriéndose al uso de estaciones espaciales.
Bigelow dedicará su estación espacial privada a todo tipo de usos. Por una parte venderá tiempo a bordo a los países y organizaciones que necesiten un laboratorio orbital, pero también aceptará reservas multimillonarias para turistas que estén buscando un destino "diferente" en el que alojarse.
Primero tendrá que saber si es un proyecto viable
Pese haber creado ya la empresa y presentado su objetivo principal, el empresario ve dos problemas que podrían amenazar su viabilidad. El primero es China, que ya ha mostrado su interés por crear su propia estación espacial, así como de unirse a Europa en otros proyectos como la creación de una base lunar. En ambos casos, el país asiático podría llevarse parte de la potencial clientela de Bigelow.
Y el segundo problema es la propia NASA, que con su proyecto Gateway está preparándose para crear una nueva estación espacial con otras agencias en el espacio profundo abandonando sus proyectos en la órbita baja, algo que podría hacer que el interés de sus otros potenciales clientes por esta órbita baja se diluya.
"Si esos socios de ISS ahora son cortejados para participar en operaciones en el espacio profundo, es posible que no les quede mucho dinero para ser clientes en la órbita terrestre baja", ha admitido el empresario. "Todos estamos a favor de Gateway, pero eso no debería ser lo único que se ofrece a los socios. Deben tener la capacidad de tener dinero sobrante para gastarlo en operaciones en la órbita baja".
Para tratar de solucionar estos problemas o minimizar su impacto, Bigelow primero va a intentar asegurarse de que hay un mercado real para sus productos. Para ello, ha asegurado que su nueva empresa empezará gastándose millones en entender el mercado espacial global.
"Todo el mundo está hablando esto y lo otro sobre el espacio comercial, pero hablar es fácil", ha dicho. "Para cuando llegue Navidad deberíamos tener un una comprensión mucho mayor de lo que realmente significa esta comercialización para humanos en el espacio".