Ya hemos estado hablando anteriormente de los defectos que, hoy por hoy, tiene el Face ID. Como tecnología en sí, se trata de algo revolucionario, sin embargo, en lo que respecta al concepto, lo del reconocimiento facial no está en su mejor momento. Al menos, si hablamos de su imagen, que ha caído en picado desde el mismo día en que se averiguó que muchos sistemas podían desactivarse con el uso de una fotografía.

 

No son pocos los fabricantes que están tratando de crear sus propias soluciones, y esto no sería algo perjudicial, sino fuera porque muchas de estas alternativas son demasiado chapuceras. Realmente, son poco mejores que el infame Face Unlock de Android, lo cual no es precisamente bueno, ya que este fue uno de los causantes de que se dejara a un lado este método de seguridad por un tiempo por su nula fiabilidad.

 

Y precisamente por ese problema de imagen (Nunca mejor dicho) que tienen las tecnologías de reconocimiento facial, no es especialmente motivador el saber que incluso el sistema más avanzado de seguridad biométrica en móviles está teniendo importantes problemas.

 

Ahora mismo, eso es lo que está ocurriendo con el iPhone X, que acaba de recibir otra oleada de ataques a su Face ID como si de un nuevo regalo de navidad se tratase. Aunque esta vez se trata de algo que para Apple debería ser relativamente sencillo de resolver.

 

Exactamente, parece que algunos usuarios están reportando un problema con las compras realizadas por medio de un grupo familiar, en el que todos los miembros comparten el mismo método de pago. El sistema estaría requiriendo la contraseña del Apple ID en lugar de permitirles usar el Face ID, con las consiguientes molestias que esto supone en plena Navidad. Lo más probable, es que esto sea algo temporal, pero si Apple se pronuncia, os lo haremos saber.

 

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