El empleo en las ciudades pequeñas será el más castigado por la #robótica y la #automatización
Las urbes de menos de 100.000 habitantes sufrirán más el impacto de las nuevas tecnologías en el empleo debido a su proporción de trabajadores cualificados frente a los rutinarios, según un nuevo estudio del MIT. Las ciudades pequeñas que albergan instituciones importantes son la excepción.
Hace tiempo que quedó claro que el desarrollo urbano y la automatización están remodelando la sociedad, pero no hay modelos que ilustren cómo estas dos fuerzas interactúan entre sí.
Hasta ahora. Un nuevo estudio del Media Lab del MIT (EEUU) postula que, cuanto más pequeña es la ciudad, mayor es el impacto que la automatización ejerce sobre ella. El hallazgo, dicen, podría alentar a los legisladores a prestar especial atención a los trabajadores de las ciudades más pequeñas y ofrecerles servicios de apoyo.
Otros investigadores han intentado medir el efecto de la tecnología sobre el empleo en las ciudades, pero los investigadores del Media Lab, que han identificado qué trabajos y habilidades tienden a ser más frecuentes en las ciudades más pequeñas y más grandes, afirman ser los primeros en explicar por qué distintas ciudades de EEUU son más susceptibles (o resilientes) al desempleo tecnológico. (Aunque los autores no definen qué consideran "pequeño" ni "grande" en su artículo, dicen que las ciudades con menos de 100.000 habitantes se verán más afectadas).
Según sus conclusiones, las ciudades más grandes tienen una cantidad desproporcionada de empleos relacionados con tareas cognitivas y analíticas, como desarrolladores de software y analistas financieros. Estos puestos que tienen menos probabilidades de verse afectados por la automatización. Las ciudades más pequeñas tienen una cantidad desproporcionada de trabajo administrativo rutinario, como trabajos de cajero y restauración y procesado de alimentos, que sí son más susceptibles.
Las cinco áreas metropolitanas de EEUU que deberían sufrir un menor impacto laboral de la automatización, según el estudio, tienen grandes poblaciones y altas proporciones de ocupaciones cualificadas, técnicas y de responsabilidad, en particular empleos de tecnología. Las áreas metropolitanas que se consideran en mayor riesgo dependen de industrias, como la agricultura y el turismo, que ya han sido alteradas por la tecnología y probablemente continuarán siéndolo.
"Las grandes ciudades brindan mayores oportunidades para sinergias entre las personas creativas y las altamente técnicas, y es por eso que las atraen", explica el profesor asociado del MIT Iyad Rahwan, autor principal del artículo. "La otra dinámica es que los cajeros y los camareros tienen más trabajo en las ciudades grandes que en las pequeñas, por lo que, en proporción, las ciudades grandes necesitan menos empleados de este tipo que las pequeñas". Rahwan detalla que el resultado de ambos fenómenos es que las grandes ciudades tienen menos puestos de trabajo rutinarios susceptibles de ser automatizados y relativamente más ocupaciones técnicas y gerenciales, con menos probabilidades de verse afectadas por la automatización.
Hay, por supuesto, valores atípicos. Según el estudio, hay algunas ciudades de menos de 75.000 habitantes entre las 15 áreas metropolitanas que menos impacto deberían sufrir a causa de la automatización. El investigador del MIT y coautor del informe del Media Lab Morgan Frank dice que estas ciudades son sorprendentemente resilientes a la automatización porque albergan (o están ubicadas muy cerca de) instituciones importantes que emplean trabajadores cualificados, como una base de las Fuerzas Aéreas, la Universidad de Cornell y un laboratorio de investigación de HP.
Es probable que el estudio sea comparado con otros análisis económicos recientes de alto perfil sobre la automatización y el empleo. Un artículo de 2013 de la Universidad de Oxford (Reino Unido) calculó la susceptibilidad de ser "informatizable" para más de 700 tipos de puestos de trabajo y pronosticó que el 47% del empleo estadounidense estaba en "alto riesgo" de automatización. Y otro artículo del MIT de 2017 calculó cuánto redujo el empleo y los salarios el uso de robots industriales en la industria de la fabricación en las "áreas de migración pendular" del país entre 1990 y 2007.
El estudio del Media Lab es distinto ya que hace comparaciones relativas en lugar de predicciones absolutas. Rahwan dice que el enfoque refleja la naturaleza interdisciplinaria del Media Lab, que tiene como objetivo fusionar la investigación en los medios, las artes y las ciencias. Aunque el estudio utiliza las mismas predicciones de nivel de ocupación que el artículo de Oxford (así como otro conjunto de predicciones de un análisis de la OCDE de 2016), ofrece un porcentaje de "impacto laboral esperado" (que podría referirse a que los trabajadores tengan que buscar un nuevo empleo o a la costosa recapacitación de los trabajadores) en 380 ciudades, en lugar de calcular una cifra global del desempleo tecnológico para todo el país. El estudio del Media Lab también intenta realizar un análisis más amplio de la automatización que el otro artículo del MIT, que fue escrito por dos profesores de economía.
Rahnwan concluye: "Para nosotros la pregunta es: ¿cómo podemos anticipar los cambios futuros, no solo relacionados con la robótica, sino también con el aprendizaje automático, los algoritmos, los chatbots y el reconocimiento de voz, que van a disrumpir también a la gente que tiene ocupaciones de oficina [así como a los empleos manuales]?".