Parece ser que Apple se toma en serio la salud de sus usuarios y quiere llevarlo más allá en sus iPhone. Ha patentado un sistema por el cual la cámara frontal, el sensor de luz y el de proximidad podrían utilizarse para mediciones de salud.

 

El iPhone utilizaría la cámara y el sensor de proximidad para emitir luz en una parte del cuerpo del usuario que toca una superficie del dispositivo electrónico, y el sensor de luz ambiental y el de proximidad para recibir al menos parte de la luz emitida reflejada por la parte del cuerpo del propietario. El dispositivo electrónico calcularía los datos de salud basándose en los datos del sensor relativos a la luz recibida.

 

Por ejemplo, describe en su patente que los contactos eléctricos son similares a los encontrados en algunas básculas de baño más sofisticadas para medir la grasa corporal. Los mismos contactos también podrían utilizarse para proporcionar una lectura de electrocardiograma.

 

Los datos de salud pueden incluir uno o más de una variedad de diferentes parámetros de bienestar, condición física y otros relacionados con la salud de un usuario tales como: índice de presión sanguínea, hidratación del cuerpo, contenido de grasa corporal, saturación de oxígeno, el pulso, el índice de perfusión, un electrocardiograma, un fotopletismograma y cualquier otro dato de salud de este tipo.

 

Lo que es particularmente interesante, sin embargo, es la cantidad de datos que se pueden capturar utilizando nada más que la cámara y el sensor de luz: saturación de oxígeno, pulso, índice de perfusión y un fotopletismograma (que puede monitorizar la frecuencia respiratoria y detectar anomalías circulatorias como hipovolemia).

 

No se sabe todavía si en el próximo iPhone se verán estas implementaciones o es todavía demasiado pronto para ello, pero lo que sí está claro es el interés que parece haber tomado la compañía de Cupertino por la salud, cosa que es de agradecer.

 

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