Este móvil es el primero que se carga con #energía medioambiental y no con una batería
El petróleo como elemento indispensable para mover vehículos de tracción tiene los días contados. Ante el tsunami digital en el que se encuentra el mundo surgen voces críticas que piden alternativas a las baterías de ion litio, la fórmula establecida por la industria de la tecnología para generar energía en los aparatos electrónicos. ¿Y si, también, tienen fecha de caducidad? Investigadores de la Universidad de Washington (EE.UU.) han inventado un teléfono móvil que no requiere del empleado de baterías convencionales para su funcionamiento.
En su lugar, la energía proviene del medio ambiente. Es decir, el aparato se carga por medio del medio ambiente. Un modelo «verde» y, aparentemente, sostenible por energía renovable. Este proyecto supone un importante salto cualitativo de cara a eliminar este componente potencialmente contaminante y cuyo principal inconveniente es su durabilidad y deterioro conforme se alcanzan sus ciclos de vida.
La idea consiste en un método que recolecta los pocos microvatios de potencia que requiere de señales de radio o luz del ambiente para generar dosis de energía constantes. Para llevar a cabo la investigación el equipo incluso lo probó con llamadas a través de la plataforma Skype. El resultado fue satisfactorio, logrando que el prototipo de terminal, que se encuentra aún en una fase muy embrionaria, pudiera recibir y transmitir voz con una estación base. De hecho, este es uno de los aspectos más importantes, puesto que la energía requerida por este «móvil sin batería» se almacena por una estación a distancia situada a 31 metros, siendo este, precisamente, uno de los problemas: si el usuario no se encuentra en el radio de emisión no funciona.
Este prototipo, fabricado a partir de una serie de componentes electrónicos comerciales ya disponibles en el mercado, puede dar pie al desarrollo de una nueva tecnología para que, en un futuro, se eliminen definitivamente el uso de baterías convencionales. Aún así, los investigadores se han mostrado cautos con el descubrimiento y hablan más bien en términos de creencia. «Hemos construido lo que creemos que es el primer teléfono móvil que consume casi cero energía», apunta en un comunicado el coautor del proyecto Shyam Gollakota, profesor asociado de la Escuela Paul G. Allen de Ciencias de la Computación e Ingeniería de la Universidad de Washington.
La premisa de la que partieron fue eliminar de la ecuación el diseño industrial que guía la fabricación actual de estos aparatos electrónicos. «Para lograr el realmente y extremadamente bajo consumo de energía que necesita para funcionar un teléfono mediante la recolección de energía del medio ambiente tuvimos que, fundamentalmente, replantear la forma en que estos dispositivos están diseñados», asegura.
En cuanto a la metodología propuesta, el equipo de ingenieros y científicos probaron a eliminar un paso de «elevada necesidad energética» para la mayoría de transmisiones móviles actuales, reconvirtiendo así las señales analógicas que transmiten el sonido en datos digitales que un teléfono puede comprender. Sin embargo, este proceso consume una elevada energía que, hasta ahora, no es posible diseñar un terminal que pudiera confiar en fuentes de energía ambiental.
En su lugar -relatan los expertos- el prototipo aprovecha las pequeñas vibraciones que se recoge del micrófono o altavoz cuando se realiza una llamada telefónica para recargarse. Es decir, retroalimentándose de su propia energía y sin utilizar, en teoría, un sistema de carga hacia la red eléctrica. Para transmitir la voz, el dispositivo utiliza las vibraciones del micrófono para codificar los patrones de voz en las señales reflejadas. Para recibirlo las convierte (las señales de radio codificadas) en vibraciones de sonido que pueden ser capturadas por el propio altavoz.
El proyecto describe una antena conectada a estos componentes capaces de convertir ese movimientos en cambios en la señal de radio analógica estándar emitida por una estación base móvil. Este proceso codifica, según los expertos, los patrones de habla en las señales de radio reflejadas de una forma que no requiere de prácticamente ninguna potencia. El diseño de esa estación base, ideada para transmitir y recibir las señales de radio, no es perfecto. Los expertos creen, sin embargo, que se puede materializar en una tecnología capaz de integrarse en la infraestructura de red móvil convencional o routers Wi-Fi, utilizados para hacer llamadas.