Adiós a los colores, queremos #móvilestransparentes
Los móviles han pasado del negro y blanco a tener una amplia gama cromática, pero no es suficiente: queremos smartphones con la carcasa transparente.
El color más habitual en un móvil es el negro. Esto lleva siendo así casi desde que comenzaron los teléfonos: plástico de color negro con pantalla más o menos grande. Nokia cambió la historia con los móviles a los que se les cambiaba la carcasa; y también hizo lo propio con los smartphones añadiendo colores tan llamativos como el amarillo a sus Lumia.
El caso es que ahora podemos encontrarnos con móviles de una variada escala de color. Blancos y negros, sí, pero también azules, plateados, distintos brillos que redundan en una recargada denominación cromática… Por fin se da carpetazo al aburrimiento en los acabados, pero hay un punto en el que los fabricantes deberían incidir: la transparencia.
Ya no queremos procesadores potentes, queremos más colores Hoy opinamos acerca de la tendencia de los fabricantes a lanzar sus buques insignia con semejante variedad de colores. ¿Por qué lo hacen? ¿Merece la pena?
Diseñar el interior de un smartphone no es baladí: intervienen desde los ingenieros de componentes a los de diseño y comportamiento de materiales. Puede decirse que el espacio se mide a la décima de milímetro (que se lo pregunten al Note 7). Y no solo el espacio, también la propia belleza del interior: los smartphones poseen un gran atractivo por dentro. Entonces, ¿por qué no enseñarlo?
El Samsung Galaxy S8 y el LG G6 se ven de lujo transparentes
La semana pasada el canal de JerryRigEverything nos sorprendió con uno de sus experimentos “Do It Yourself” o “Hazlo Tú Mismo”: desmontaba su Samsung Galaxy S8 para eliminarle el tratamiento de color de la parte interna dejando el cristal Corning Gorilla Glass en su estado primigenio: transparente. Y la crítica fue unánime: el cambio era tan notable como precioso.
Quienes amamos la tecnología también amamos el interior de todos los gadgets que compramos. Seguro que quien más quien menos ha desmontado alguno de sus aparatos para ver qué contenía dentro. Incluso ha comprado dispositivos con este tratamiento, como las míticas Game Boy transparentes. Al fin y al cabo, si los ingenieros se esmeran en llenar de tecnología unos pocos centímetros cuadrados, ¿por qué no mostrar al mundo el fruto de ese trabajo?
Primero fue el Samsung Galaxy S8 y luego el LG G6. Ambos poseen una cualidad compartida que invita a la transparencia: su parte trasera de cristal adquiere el color gracias a las capas de pintura interna; por lo que solo hay que desmontar el smartphone con ayuda de la pistola de calor y quitarle la tonalidad, ya sea estirando (G6) o aplicando disolvente (S8).
Puede que sea por la curiosidad, por el morbo o porque se ven diferentes al resto, pero la variante creada por JerryRigEverything es tan llamativa que los fabricantes deberían apostar por ella. Al menos yo me compraría mi próximo smartphone en versión transparente: me maravilla ver el interior sin tener que jugarme el móvil abriéndolo con mis propias manos.
Si no son difíciles de fabricar ni más caros, ¿por qué no vender una versión transparente?
Los tratamientos de color son caros. Constan de varias capas aplicadas por fases que encarecen el producto final. Si el cristal Corning Gorilla Glass es transparente, y tampoco resulta complicado vender un modelo tal y como sale la carcasa de serie, ¿qué impide a fabricantes como Samsung y LG hacerlo? Crearán tendencia y conseguirán que sus smartphones sean distintivos. Es más, apuesto a que muchos fabricantes chinos empezarán a vender sus smartphones en versión transparente.
No sé a ti, pero a mí me encanta la versión transparente de los Samsung Galaxy S8 y LG G6. Hasta me entra la tentación de comprar uno de estos modelos y hacer por mí mismo el proceso; de ahí que remate el artículo con este deseo: fabricantes, queremos una versión transparente de vuestros móviles. Y disfrutemos viéndoles las entrañas sin ponerlos en peligro.