Se buscan jugadores para encontrar mundos #extraterrestres reales
El próximo mes de junio, la Universidad de Ginebra (Suiza) lanzará el mayor proyecto de ciencia ciudadana hasta la fecha. La iniciativa incluirá a cientos de jugadores de videojuegos con la misión de encontrar exoplanetas desconocidos. El proyecto será lanzado en EVE Online, un videojuego ambientado en una galaxia ficticia que los jugadores recorren a bordo de naves espaciales mientras compiten por recursos y la dominancia del territorio virtual.
La iniciativa demuestra que los límites de la automatización algorítmica pueden ser superados mediante un inteligente esfuerzo de crowdsourcing, y también es una prueba de que las comunidades en torno a los videojuegos tienen capacidad de ejecutar tareas útiles. De hecho, ya en 2015, el ingeniero español Miguel Luengo fue incluido en la lista de ganadores de Innovadores menores de 35 España por su proyecto MalariaSpot, que aspira a detectar malaria en la sangre mediante un videojuego colabotarivo.
En el caso de EVE Online, los jugadores tendrán acceso a 167.000 imágenes de curvas de luz recopiladas por el satélite CoRoT de la Agencia Espacial Europea, que fue lanzado en diciembre de 2006. "Hasta la fecha, los científicos han encontrado alrededor de 30 planetas dentro de ese conjunto de datos", señala el ganador del Premio Wolf de la Física de 2017 y descubridor del primer exoplaneta, Michel Mayor, y añade: "Calculamos que aún hay alrededor de una docena de planetas sin descubrir ocultos dentro de las imágenes".
Durante siglos, los astrónomos sospechaban que podría haber más planetas fuera de nuestro propio sistema solar. Pero no fue hasta 1992 cuando los humanos tuvimos los medios necesarios para detectar y verificar la existencia de estos llamados exoplanetas, mediante el uso de telescopios de gran potencia y tecnologías de espectrómetro. Más de 3.600 exoplanetas han sido descubiertos desde entonces. La mayoría han sido encontrados mediante una técnica conocida como la fotometría de tránsito, que detecta pequeños cambios en la luz cuando un planeta pasa por delante de la estrella a la que orbita. Al medir la longitud y la regularidad de este efecto de atenuación, se puede extrapolar mucha informacón sobre el planeta, incluidas su masa y densidad.
En los últimos años, los algoritmos informáticos han podido procesar una gran parte del enorme conjunto de datos recopilado hasta la fecha por varios satélites y telescopios cazadores de exoplanetas. Esto ha permitido que la NASA haya descubierto recientemente tres exoplanetas con potencial para sostener vida dentro del sistema relativamente próximo de TRAPPIST-1. Los algoritmos, no obstante, solo son capaces de analizar los datos de luz más sencillos. Las imágenes más complejas que incluyen mucho ruido o picos irregulares dentro de las curvas de luz únicamente pueden ser analizadas por humanos. La cantidad de trabajo necesario para ello supone un gran problema para los científicos cazadores de exoplanetas.
El proyecto de exoplanetas estará integrado en la ficción y la narrativa de EVE Online, donde un avatar virtual de Mayor dirigirá el proyecto dentro del videojuego. En el momento de mayor popularidad del videojuego, había más de medio millón de jugadores. C.C.P., la empresa radicada en Reikiavik (Islandia) que produce EVE Online, ya no informa sobre las cifras de jugadores.
Cuando los jugadores encuentren algo interesante, enviarán una alerta a los desarrolladores del videojuego. Después, el objeto será comparado con una lista de planetas conocidos. Cuando cinco jugadores distintos emitan una alerta sobre la misma imagen, esta será enviada a la Universidad de Ginebra para ser investigada.
No es la primera vez que la cantera de jugadores de EVE Online contribuye a la ciencia. Durante el último año, han ayudado a mapear el Atlas de Proteínas Humanas, un proyecto dirigido por científicos en Suecia de catalogar las proteínas y los genes que las codifican dentro de tejidos tanto normales como cancerosos. En ese caso, los jugadores podían darse un respiro de las aventuras tradicionales para disfrutar de un juego sencillo en el que debían etiquetar las diferencias entre cientos de miles de imágenes microscópicas. Y así lo hicieron: el conjunto de datos fue totalmente etiquetado en tan solo tres semanas.
La búsqueda de exoplanetas no acabará tan rápido. Cuando el conjunto de datos de CoRoT haya sido completado, el videojuego recibirá otra base de datos procedente de Kepler, el observatorio espacial de la NASA, que fue responsable del descubrimiento de los planetas con potencial de sostener la vida dentro del sistema TRAPPIST-1. "Tiene un potencial de escala infinito", afirma uno de los diseñadores del videojuego, Bergur Finnbogason.
De manera más amplia, el sueño subyacente de estos experimentos consiste en, según Mayor, encontrar la existencia de vida dentro del universo. "Ya disponemos de la tecnología [necesaria] para detectar cloruro y otras moléculas que facilitan la vegetación. No será fácil, pero sí es posible".