¿Cuándo hablamos de seguridad, en que pensamos?

Si vamos a la definición de la Real Academia Española, es la cualidad de seguro y seguro es libre y exento de todo peligro, daño o riesgo. Por eso vienen a la mente cosas como el cinturón de seguridad y los guardias de seguridad, entre los ejemplos cotidianos.
Si pensamos en la información, día a día quienes estamos en organizaciones que gestionan grandes volúmenes de información, nos damos cuenta que debemos tener un especial cuidado en su tratamiento, así como también proteger la infraestructura sobre la cual reside.

La terminología "Tecnologías de Negocio" comienza a aparecer y esperamos que a imponerse, como forma de reorientar primero nuestra mentalidad y luego nuestros esfuerzos, creatividad y tecnologías a ser habilitadores para lograr los objetivos del Negocio al que brindamos servicios cada vez más críticos e imprescindibles (entendemos como "Negocio" a aquellas funciones que hacen a la misión de las empresas u organismos para los cuales trabajamos, ya sean públicos, privados).

La consultora Forrester habla ya desde el 2007 que "las Tecnologías de la Información han muerto, para dar paso a la nueva era de las Tecnologías de Negocio" cosa que es compartida luego por su competidor Gartner.

Hoy  es una realidad la integración de las  Comunicaciones con la Informática y no es posible diferenciarlos en los desarrollos, por lo que se maneja el concepto de TIC's, con un mayor o menor grado de conocimiento de su implicancia.

En esta realidad de convergencia de servicios, redes de nueva generación, supercarreteras, es esencial el desarrollo de aplicativos que “circulen” por estas redes. Esto es el motor que impulsa el crecimiento exponencial del negocio. Es importante entonces, el ver esta realidad como un desafío, una fortaleza para el desarrollo de aplicaciones, interactividad, servicios web, programas, juegos, etc.

Muchos años atrás la industria del software y la de las telecomunicaciones estaban aún claramente diferenciadas.

Se formaban entonces profesionales informáticos por un lado y profesionales de telecomunicaciones por otro.

Durante décadas, los grandes equipos de los operadores de telecomunicaciones fueron controlados casi exclusivamente por circuitos basados en relés.