Qué es el RoHS y por qué es importante
RoHS es una sigla que proviene del Inglés y significa: "Restriction of Hazardous Substances".
El RoHS es una directiva que adopto la Comunidad Europea en febrero de 2003 (2002/95/CE) y está orientada a reducir el uso de algunas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos. Recientemente ha sido sustituida por la DIRECTIVA 2011/65/UE que abarca la anterior pero se extiende a otros productos además de los eléctricos y electrónicos.
Muchas veces se menciona como "libre de plomo", pero esta directiva restringe el uso de las siguientes seis sustancias a los niveles definidos:
1. Plomo (Pb) : <1000 ppm
2. De mercurio (Hg) : <100 ppm
3. Cadmio (Cd) : <100 ppm
4. El cromo hexavalente: (Cr VI) <1000 ppm
5. Los bifenilos polibromados (PBB): <1000 ppm
6. Los éteres difenil polibromados (PBDE) : <1000 ppm
Características y daños de estos productos:
PLOMO
El plomo es un metal pesado y neurotóxico difícil de eliminar del organismo humano.
Al estar presente en la sangre, ocasiona daños en el sistema nervioso central y afecta órganos vitales como corazón, hígado, riñones y huesos.
El plomo es uno de los tóxicos ambientales más difundido por las industrias, se utiliza desde hace miles de años. En la actualidad la Plombemia o Saturnismo se ha convertido un grave problema de salud pública.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como intoxicación los valores de Plombemia de más de 15 µg/dl de sangre, mientras que el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos recomienda intervención médica cuando los niveles son mayores de 10 mgr/dl en niños y 25 mgr/dl en adultos.
El plomo puede ser inhalado y absorbido a través del sistema respiratorio o ingerido y absorbido por el tracto gastrointestinal, provocando una intoxicación o envenenamiento que se conoce como Plombemia o Plumbosis.
Cuando la enfermedad avanza y la intoxicación se vuelve crónica se denomina Saturnismo, ésta es la forma más frecuente de presentación en niños y en adultos.
Los síntomas se presentan de acuerdo a la cantidad de plomo que se tenga en el organismo.
Al comienzo son dolores de cabeza, fatiga o cansancio general del cuerpo, malestar estomacal, insomnio, irritabilidad, sabor metálico, pérdida de apetito.
Si la exposición al plomo es elevada, puede producir encefalopatías graves que pueden causar la muerte o dejar secuelas permanentes como incapacidades o retardo mental.
Otros síntomas de la Plombemia o Saturnismo incluyen: cefaleas, náuseas y cólicos, debilidad y anemia, estreñimiento y trastornos gastrointestinales, parálisis en tobillos y muñecas , problemas sicomotores, incapacidad de lectura, disminución de la inteligencia y deterioro de la memoria; problemas de audición y equilibrio; aumento de la presión sanguínea, hasta conducta antisocial, agresiva o delictual.
La Plombemia o Saturnismo perjudica especialmente la salud de los fetos en desarrollo, bebés y niños pequeños, afectando su crecimiento y desarrollo, aun cuando las cantidades de plomo sean mínimas. Se sabe que los niños llegan a absorber hasta un 50% del plomo atmosférico, mientras que los adultos absorben aproximadamente el 20%.
Los daños que produce el plomo, en Uruguay los conocemos. Hace unos años se destapó el tarro de cómo ANCAP liberaba plomo por su chimenea contaminando varias zonas de la capital, y hubo que reubicar muchas familias con niños atacados de “plombemia”.
Hoy se reconoce ampliamente el daño que puede producir el plomo a la salud humana, tal es así que ya no se usan cañerías de plomo, se eliminan (por lo menos en el primer mundo) las pinturas que contienen plomo, ya no se utilizan tubos de plomo para las pastas de dientes, etc.
Sin embargo, en los tubos de rayos catódicos (CRT) el plomo se encuentra en una proporción importante, y en general todos los artículos eléctricos y electrónicos contienen plomo en las soldaduras. Los que cumplen con esta directiva reducen notoriamente la cantidad.
MERCURIO
El Mercurio es un metal pesado. Los efectos tóxicos incluyen daño al cerebro, los riñones y los pulmones.
El envenenamiento por mercurio puede provocar varias enfermedades, incluyendo acrodinia (enfermedad de rosa), el síndrome de Hunter-Russell, y la enfermedad de Minamata.
Los síntomas suelen incluir discapacidad sensorial (visión, audición, habla), sensación alterada y la falta de coordinación. El tipo y el grado de síntomas que presenten dependen de las toxinas individuales, la dosis, y el método y duración de la exposición.
En general las enfermedades producidas por el mercurio se generan por contacto directo, por la contaminación ambiental en la atmosfera y en los suelos, y sobre todo al alimentarse de animales directamente expuestos sobre todo peces.
Se suele encontrar en las lámparas, termómetros y en electrodomésticos y computadoras. Los dentistas han dejado de utilizar las amalgamas, puesto que se corría el riesgo de contraer enfermedades muy peligrosas como Alzheimer, Parkinson o esclerosis múltiple.
CADMIO
El cadmio es un metal pesado, blanco azulado, dúctil y maleable. Se puede cortar fácilmente con un cuchillo. En algunos aspectos es similar al zinc.
De forma natural grandes cantidades de cadmio son liberadas al ambiente, más de 25.000 toneladas al año. La mitad de este cadmio es liberado en los ríos a través de la descomposición de rocas. También es liberado al aire a través de incendios forestales y volcanes. El resto es liberado por las actividades humanas como la manufactura.
Las aguas residuales con cadmio procedentes mayoritariamente de las industrias terminan en suelos. Las causas de estas corrientes de residuos son, por ejemplo, la producción de zinc, minerales de fosfato y las bioindustrias del estiércol. El cadmio de las corrientes residuales puede también entrar en el aire a través de la quema de residuos urbanos y de la quema de combustibles fósiles. En 2007, debido a las regulaciones, sólo una pequeña cantidad de cadmio entra en el agua a través del vertido de aguas residuales de casas o industrias.
El cadmio se encuentra sobre todo en las pilas, en electrodomésticos, en la galvanoplastia, en el proceso de estabilización de algunos plásticos y en plaguicidas y fertilizantes.
En Japón, surgió una enfermedad conocida como Itai Itai (ay ay) por lo dolorosos síntomas de las fracturas múltiples producidas por reblandamiento de los huesos. La causa fue comer arroz que había sido regado con agua contaminada con cadmio que provenía de una explotación minera de las cercanías. Esto produjo una acumulación en el cuerpo de unos 300 microgramos de ese metal.
En Suecia en la década de 1940, fabricando baterías alcalinas de níquel-cadmio, varias personas murieron por la acción del óxido de cadmio, cuya concentración en el aire era de algunos miligramos por metro cúbico.
Cuando ingresa al organismo el cadmio suele fijarse rápidamente en los tejidos, localizándose la mayor parte en el hígado y el riñón, donde podrá ejercer sus efectos toxicológicos. También produce daños como hipertensión e irritación en el sistema digestivo.
CROMO HEXAVALENTE
El cromo es un metal de color blanco plateado, duro y quebradizo. Sin embargo, es relativamente suave y dúctil cuando no está tensionado o cuando está muy puro. Sus principales usos son la producción de aleaciones anticorrosivas de gran dureza y resistentes al calor y como recubrimiento para galvanizados. El cromo elemental no se encuentra en la naturaleza.
El Cromo (VI) es un peligro para la salud de los humanos, mayoritariamente para la gente que trabaja en la industria del acero y textil. La gente que fuma tabaco también puede tener un alto grado de exposición al Cromo.
El Cromo (VI) es conocido porque causa varios efectos sobre la salud. Cuando es un compuesto en los productos de la piel, puede causar reacciones alérgicas, como erupciones cutáneas. Después de ser respirado el Cromo (VI) puede causar irritación y sangrado de la nariz. Otros problemas de salud que son causado por el Cromo (VI) son, malestar de estómago y úlceras, problemas respiratorios, debilitamiento del sistema inmune, daño en los riñones e hígado, alteración del material genético, y cáncer de pulmón.
BIFENILOS POLIBROMADOS
El bifenilo ploriclorado (PCB) es un compuesto químico formado por cloro, carbón e hidrógeno. Fue sintetizado por primera vez en 1881. El PCB es resistente al fuego, muy estable, no conduce electricidad y tiene baja volatilidad a temperaturas normales. Éstas y otras características lo han hecho ideal para la elaboración de una amplia gama de productos industriales y de consumo.
Los polibromobifenilos (PBBs) se agregan a plásticos usados en productos tales como monitores de computadoras, televisores, telas, espumas de plástico, etc. para hacer más difícil que se incendien, sin embargo pueden escapar de estos plásticos y entrar al medio ambiente.
Los BPBs contaminan el aire, el agua y el suelo durante su manufactura y uso, también entran al ambiente cuando los alimentos para animales se mezclan accidentalmente con BPBs y al incinerar plásticos que contienen BPBs.
Irónicamente, su estabilidad química que ha contribuido a su uso industrial extenso y su tendencia a permanecer y acumularse en organismos vivos, son los aspectos que causan mayor preocupación.
Muchos experimentos de laboratorio y otros estudios han intentado determinar los efectos que producen los PCBs en la salud de los seres humanos. Los científicos convienen en que es poco probable que la baja exposición a los PCBs a corto plazo genere lesiones serias. Sin embargo, la mayoría coincide sobre los efectos adversos provocados por la exposición a largo plazo, incluso en concentraciones bajas.
Los PCBs pueden ingresar en el cuerpo a través del contacto de la piel, por la inhalación de vapores o por la ingestión de los alimentos que contengan residuos del compuesto.
El efecto más común es el "chloracne", una condición dolorosa que desfigura la piel, similar al acné adolescente. También pueden provocar daños en el hígado y además la OMS comprobó que el PCB es cancerígeno.
Era muy común encontrarlo en transformadores de baja y media tensión que contienen aceite refrigerante de PCB y que, en muchos casos, “chorrean” ese lubricante por falta de mantenimiento. La liberación del aditivo con PCB contamina el suelo, las napas y el agua, no sólo de un barrio sino de toda la zona ya que una de sus características es que se desparrama con facilidad.
Pero el principal riesgo ocurre si los transformadores explotan o se prenden fuego. En ese caso el PCB se transforma en un producto químico denominado dioxina, que se produce a través de la combustión. Las dioxinas son las sustancias más dañinas que se conocen. Son cinco millones de veces más tóxicas que el cianuro y se ha comprobado que son cancerígenas.
El PCB es considerado un "contaminante orgánico persistente", es decir que permanece en el medio ambiente por largos períodos.
El PCB que se utilizaba como refrigerante de transformadores pero en 1976, luego de un accidente, fue prohibido en Estados Unidos y Europa. Hoy existen alternativas al PCB mucho más seguras como los aceites de silicón o ciertos tipos de aceite mineral dieléctricos. Hoy se utilizan transformadores secos para reemplazar a los que necesitaban refrigerantes líquidos.
Y ¿QUÉ PODEMOS HACER?
Mantener controlado y reducir el contenido de estos productos en los artículos eléctricos y electrónicos es una necesidad ambiental, pero también es una necesidad de salud pública y es una responsabilidad social de cada uno de nosotros.
Adquirir elementos construidos sin respetar esta norma es una conducta irresponsable y deberíamos exigir que cada producto que adquirimos tanto para nuestra casa como para la empresa en la cual trabajamos estén fabricados controlando los niveles de estos productos o lo que es mejor asegurándonos que no los contienen.
Esto se logra exigiendo el cumplimiento con esta directiva RoHS, por supuesto que los productos que cumplen con esta norma pueden ser mas costosos, pero un pequeño ahorro en el día de hoy va a significar un enorme gasto futuro tanto en el manejo de los residuos de los artículos eléctricos y electrónicos (RAEE) como en salud.
Desde nuestro punto de vista sería fundamental contar con un impuesto para los artículos eléctricos y electrónicos que no cumplan con esta directiva, puesto que de esta forma se podría generar un fondo para luego combatir los daños causados por ellos mismos, y a la vez estaríamos reduciendo su ingreso al país equiparando su precio al de los productos que mantienen controlado el uso de estas substancias peligrosas.